3 de julio de 2010

Un balance de las elecciones de AGD Filo

Del 16 al 18 de junio se realizaron las elecciones de la AGD-UBA, en las cuales se renovaron su Mesa Ejecutiva y las Comisiones Directivas de las distintas unidades académicas. La lista Unidad por la Gremial, encabezada por la Agrupación Naranja, resultó ganadora en la elección a Mesa Ejecutiva con más del 68% de los votos: Santiago Gándara, de la facultad de Ciencias Sociales, será el próximo secretario general hasta 2012. En Filo, la Lista Violeta retuvo la mayoría de la Comisión Directiva de AGD-Filo y Octavio Colombo es el nuevo secretario general. La Agrupación Naranja se mantuvo como la minoría.

La Lista Violeta logró mantener su lugar como mayoría de la gremial de Filo en una elección cuyo rasgo más significativo fue que contó con el apoyo indisimulado de la gestión de la facultad, que se jugó desde el primer día de la votación a intervenir para sostener a la Violeta como conducción. Esto no es nuevo: la Lista Violeta contó, desde su creación en 2006, con el apoyo de la gestión de Trinchero y las autoridades de la facultad. En las elecciones de 2008 el decanato había jugado un papel activo en la campaña, promoviendo por diversas vías el voto por la Lista Violeta, y fue notoria para cualquier observador la afluencia de funcionarios y miembros de la gestión el último día de votación.



¿Por qué la gestión apoya a la Lista Violeta?

Este año, en cualquier caso, la campaña tomó proporciones exageradas e incluso tragicómicas (ver aparte, “¿Qué es la AGD?”), que llevaron a un decano kirchnerista miembro de “Carta Abierta” a decidirse a apoyar a una lista integrada por conspicuos miembros de la “izquierda sojera” que apoyó las movilizaciones de la Sociedad Rural. Creemos que no fue casual. El decanato tomó nota de la crítica que la Agrupación Naranja hizo a los mecanismos de aplicación del nuevo Reglamento de Concursos de auxiliares promovido por la gestión y defendidos por la Lista Violeta, así como de nuestra denuncia por la aceptación de los fondos de la minería contaminante y la alineación de Trinchero con los kirchneristas, radicales y macristas en defensa del antidemocrático estatuto universitario y la reelección de Hallú. Mientras los docentes y estudiantes luchábamos en la calle contra la antidemocrática asamblea universitaria en un marco de represión policial, la Violeta eligió distanciarse de la AGD y “criticar” a la FUBA.

Pero la gestión de Filo tomó nota, sobre todo, de lo ocurrido con el principal conflicto docente que tuvo lugar en la facultad en el último período: la huelga de los docentes que trabajan en el Laboratorio de Idiomas reclamando aumento salarial. Todos los participantes de ese conflicto sacaron las conclusiones correspondientes: los docentes del Laboratorio, por un lado, que hicieron una experiencia muy acelerada con la Lista Violeta, que abandonó a los docentes del Laboratorio en pleno conflicto y movilización; la gestión, por el otro, que confirmó que le resulta fundamental contar en la dirección de la AGD-Filo con una lista que no saque los pies del plato.



¿Puede una AGD de la gestión defender a fondo los intereses de los docentes?

La intervención de las autoridades de la facultad en las elecciones de la gremial docente tomó en esta ocasión proporciones tan evidentes que amerita un llamado a la reflexión a todos los colegas. Cualquier balance serio que se haga sobre estas elecciones no puede evadir este punto. La construcción gremial que ha llevado adelante la Agrupación Naranja desde siempre, y que ha permitido construir la AGD que hoy tenemos, sostiene como una de sus bases la necesidad de independencia respecto del decano, del rector y del gobierno. ¿Puede acaso una gremial partidaria de la redistribución de la miseria presupuestaria impulsar una lucha real por el aumento del presupuesto? ¿Cómo podría una AGD afín a las autoridades defender a un docente que sufriera una arbitrariedad por parte de las autoridades? ¿Estaría en condiciones de ir hasta el final en la defensa de los intereses de los colegas sabiendo que eso puede poner en riesgo el apoyo de la gestión a su posición como dirección de la gremial? En los casos en que la gestión de Filo actúa como empleadora directa —como en el caso del Laboratorio de Idiomas— ¿podría una gremial dirigida por la lista que votó el decano apoyar a los trabajadores que enfrentan a ese mismo decano?

Lo que se desprende de esta elección es que la mayor participación y un mayor caudal de votos por parte de la lista ganadora no devienen linealmente en un fortalecimiento, sino que implican el peligro de desvirtuar la propia idea de organización sindical. Como comprenderán todos los compañeros docentes, es un resultado contradictorio sólo en apariencia: porque una gremial cuya dirección ha sido promovida y apoyada de manera tan abierta por las autoridades de la facultad podrá "gestionar" una u otra cuestión que las autoridades estén dispuestas a conceder, pero no podrá estar en condiciones de enfrentar a esas mismas autoridades cuando pongan en riesgo la situación laboral de los docentes; y esa es, en última instancia, la función de un gremio.

La campaña de la Agrupación Naranja planteó un programa y abrió un debate sobre los diversos temas fundamentales de la vida laboral, académica y educativa de Filosofía y Letras. La Lista Violeta, carente de programa, no pudo responder a un solo argumento y eligió el camino de embarrar la cancha con falsas acusaciones de fraude a pocos días de iniciar la elección.

Seguiremos dando el debate con cada uno de los docentes, impulsando la participación, la organización, la movilización. Porque tenemos claro que la penuria presupuestaria y la gravedad de la crisis de la universidad van a poner en movimiento, más temprano que tarde, a los docentes universitarios y que entonces será fundamental contar con una AGD-Filo independiente, dispuesta a impulsar y organizar la lucha, y que supere la política de adaptación y "gestión de lo posible". Conocemos los trabajadores argentinos las consecuencias del sindicalismo "capaz de gestionar" porque es amigo del poder; así nos va con la juventud sindical de Moyano y de Zanola y así le va a la CTA copada hoy por el kirchnerismo, como ayer por la Alianza. Muy pronto, en setiembre, se llevarán a cabo las elecciones de CTA, donde participaremos por una nueva dirección de la central: ¿Con quién estará la Violeta? ¿Con los de Kirchner, con los de De Gennaro y los sojeros, o con el clasismo?

La Agrupación Naranja llama a todos los docentes conscientes que no están afiliados a afiliarse a nuestra gremial y participar en todos los ámbitos de debate, organización y movilización, e impulsar así una herramienta sindical independiente. En particular queremos abrir un debate con un sector de compañeros docentes de la carrera de Historia, que a pesar de sus posiciones enfrentadas con la gestión del decano, decidieron apoyar a la Lista Violeta en las elecciones de la gremial: desde la Naranja seguiremos el debate con estos compañeros en el marco de la pelea conjunta contra las permanentes arbitrariedades de la gestión contra dicha carrera, y en particular con la actual problemática de la implementación de los concursos de docentes auxiliares.

La Agrupación Naranja se compromete a seguir bregando, como siempre lo hemos hecho, por una gremial independiente de las autoridades y el gobierno, por el camino que nos permitió obtener el blanqueo, el 82% móvil, el salario para miles de ad honorem, desde la conducción de la AGD-UBA, la minoría de la AGD-Filo y en todos los ámbitos de organización de los docentes.



"¿Qué es la AGD?"

La Asociación Gremial Docente de la UBA es nuestra herramienta sindical como trabajadores docentes de la universidad, y hace ya más de una década se viene consolidando como el gremio que nos representa y defiende frente a los diversos "sellos" burocráticos (Aduba, Feduba), amparados por el gobierno y otras burocracias sindicales (Yasky, Moyano). La AGD-UBA se ha ganado ese lugar sobre la base de la lucha, la organización, la participación y la movilización, pero sobre todo a partir de una definición clara sobre su carácter independiente de todas las autoridades universitarias, que intentan a través de múltiples mecanismos consolidar la división estamental entre los trabajadores docentes de las facultades.

El título en forma de pregunta no apunta, de todas formas, únicamente a recordar algo de la historia y el carácter de nuestra gremial. Fue, en realidad, una pregunta realizada por una compañera docente en la mesa de votación, inmediatamente después de depositar su voto a Comisión Directiva el día viernes 18 de junio. No habría pasado de ser un despiste anecdótico, o una aparente confusión, de no haber sido porque a lo largo de los tres días de elección ese tipo de comentarios se repitió de manera permanente. "Me llamaron del Departamento para decirme que pasara a votar", señaló otra compañera al llegar. "No estoy afiliado/a, pero me dijeron que estoy en el padrón", fue el comentario de numerosos docentes al presentarse en la mesa. "Me empadronaron el año pasado", señalaron varios docentes cuando los fiscales de las distintas listas le preguntaban si estaban afiliados al gremio, poniendo en evidencia que se referían a las elecciones de graduados. Se llegó a dar el caso de docentes que preguntaban si se trataba de la mesa de "profesores o de graduados" y de un compañero que se presentó en la mesa diciendo que venía a votar "en las elecciones de graduados", y se retiró cuando las autoridades de mesa le informaron que era la elección de AGD y que en caso de no ser docente no podía votar.

Más allá de lo pintoresco de las anécdotas, la reiteración de comentarios de este tipo fue poniendo en evidencia, con el correr de los días de votación, que este tipo de confusiones sobre el carácter de la elección e incluso sobre las características de aquello que se estaba votando no mostraba una "ignorancia" de los docentes sino el evidente peso de las "recomendaciones" de parte de las autoridades de la facultad, que apelaron a todos los mecanismos habituales en elecciones de claustro para movilizar a su "padrón" para votar en las elecciones de nuestra gremial. Se trata de un hecho que amerita una reflexión y un debate acerca de las consecuencias que puede traer para nuestra gremial la intervención de las autoridades y de la política que nos damos para integrar a todos los docentes conscientes para conformar una herramienta sindical independiente, para sumarlos en la construcción cotidiana de nuestra gremial, que no se limita a votar cada dos años sino a sumarse día a día en la militancia para defender nuestros derechos como trabajadores.