9 de abril de 2011

Cómo construir nuestro gremio. Siempre un problema político.

La construcción de un gremio independiente del gobierno y de las autoridades de turno es siempre una tarea difícil. La AGD-UBA desde su fundación, con la dirección de la Agrupación Naranja, se caracterizó siempre por sostener esa independencia, con una perspectiva clasista, y una actitud profundamente antiburocrática.

Esa orientación es la que nos ha llevado a participar de innumerables luchas, marchas, organizar cientos de paros docentes, apoyar medidas obreras y solidarizarnos con toda organización de trabajadores que lo requiera. Solo por nombrar algunas de los últimos tiempos: hemos participado en todas las actividades del intervenido INDEC; dimos nuestro apoyo y solidaridad a los trabajadores del Teatro Colón, en conflicto con el gobierno de la Ciudad; difundimos y organizamos una importante columna en la marcha del 24 de marzo para enfrentar el intento de cooptación del gobierno de una fecha muy cara a los luchadores. En estos días nos hemos comprometido profundamente con el conflicto en el colegio preuniversitario Carlos Pellegrini y, dentro de las unidades académicas donde actuamos, somos reconocidos por los docentes universitarios como la agrupación que difunde la información, alienta a las medidas de lucha, fomenta la afiliación y enfrenta a las autoridades.

Sin embargo, en todos estos conflictos, luchas, organizaciones, la Mayoría de la Comisión Interna de Filosofía y Letras no ha participado. Este es el debate que nos debemos los docentes. ¿Cómo construir nuestro gremio? ¿Cómo tomar las tareas que enfrenta diariamente? ¿En forma administrativa, al interior de cada facultad, o tratando de vincularnos a otros sectores de la docencia y el movimiento obrero?

La posición tomada por la Naranja es clara desde su fundación. Organizarse y luchar en pos de nuestras reivindicaciones. Organizarse y luchar contra las burocracias y las autoridades que se opongan a nuestros justos reclamos. Organizarse y luchar con una perspectiva independiente y de clase junto a otros sectores del movimiento docente y obrero que se opongan hoy al “pacto social” y a los topes salariales que intenta imponer el gobierno y la burocracia sindical.

Por otra parte es mezquino pretender que este debate, que ya lleva mucho tiempo, sea una reacción a supuestos intentos de fiscalizar, por parte de la oposición, unas finanzas que cuentan con balances públicos y al acceso de cualquier docente afiliado o no a AGD-UBA. Cuestionar, a partir de dudas infundadas, la democratización de nuestro gremio, cae en una zona de chantaje en la que los militantes de la Agrupación Naranja no queremos entrar.

Esta es la perspectiva. Organización independiente y de lucha o un gremialismo a puertas cerradas. A este debate, libre de chicanas, insultos y confusiones, llamamos hoy a todos los docentes de Filosofía y Letras.