30 de diciembre de 2011

Boletín Diciembre 2011

En este nuevo año que termina queremos saludar a nuestros compañeros y compañeras docentes de Filosofía y Letras. Deseamos que el 2012 sea un año donde la organización gremial, la lucha política, la discusión fraterna y la unidad de los docentes y los estudiantes nos permitan conseguir muchas de nuestras merecidas reivindicaciones tantas veces aplazadas.

El 2011 sobresalió por la lucha de los “indignados” de todo mundo. La crisis capitalista ya convulsiona con las manifestaciones de trabajadores y las crisis políticas en España, Italia y Grecia; en los levantamientos en el mundo árabe; en Bolivia, en Perú y hasta el mismo corazón del capitalismo con las marchas a lo largo y ancho de los Estados Unidos.

Pero también se caracterizó por ser en Argentina el año de la elección presidencial y el debut de la ley de reforma electoral. El resultado por todos conocidos fue la reelección (con un 54%) de Cristina Fernández de Kirchner, obteniendo mayoría en las dos cámaras legislativas. No obstante la amplia diferencia obtenida en las urnas, una vez confirmado, el gobierno se apuró por implementar medidas exigidas por los empresarios y el imperialismo.

El recorte a los subsidios y la descarga en la clase trabajadora mediante los tarifazos que ya se perciben; el ataque de la presidenta a los trabajadores del subte y de Aerolíneas y el reclamo del tope del 18%; el recorte presupuestario a la UBA; todo para cerrar el año con la ley “antiterrorista” exigida por los Estados Unidos y el GAFI. El escenario para el 2012 se presenta con inflación, topes salariales y una legislación que intenta poner coto a las protestas.

Desde la Agrupación Naranja vivimos este 2011, al igual que años anteriores, como un año de luchas, de independencia del Estado, la burocracia y las gestiones universitarias adictas a los intereses del gobierno y las patronales. Reclamamos desde la AGD-UBA por el juicio y castigo a los asesinos de Mariano Ferreyra, así como de todos los luchadores sociales víctimas de la represión estatal y paraestatal. Continuamos con la lucha por el presupuesto universitario y el salario correspondiente para todos los docentes; la lucha por el convenio colectivo de trabajo, los jubilados, la carrera docente y el ingreso a la docencia.

Estamos cerrando el año luchando codo a codo con nuestros compañeros y compañeras de Jóvenes Científicos Precarizados (JCPs) y otros becarios e investigadores frente a las arbitrariedades del CONICET y las mentiras en la política de Ciencia y Técnica que encabeza el ministro Barañao. En este mismo boletín incluimos nuestra última declaración al respecto.

Una vez más nuestro saludo y nuestro compromiso, para que 2012 sea un año donde la organización de los docentes y la unidad nos permita alcanzar nuestros reclamos.


Balance 2011 de la Naranja en AGD-Filo

Nuevo edificio en la calle Bonifacio

A mediados de 2010 tuvo lugar un importante proceso de movilización en nuestra facultad cuando tomó estado público que la gestión contaba con un proyecto para iniciar obras por un nuevo edificio, y que el mismo no respondía a las necesidades más básicas de quienes estudiamos y trabajamos en la facultad. Este hecho provocó un estado de movilización pocas veces visto que tuvo su auge en 31 días de toma con masivas asambleas estudiantiles, docentes e interclaustros.

El proceso mostró, por un lado, a una gestión que actúa de espaldas a la comunidad docente-estudiantil y que se negó (hasta que le fue imposible) a escuchar sus demandas. Por otro, la posibilidad de imponer esas demandas con la organización y la lucha. Fue un gran aprendizaje que delimitó campos en la facultad: de un lado la gestión junto a sus agrupaciones estudiantiles y docentes afines, intentando poner fin a los reclamos o no involucrándose en los mismos. Del otro lado los estudiantes y docentes que participamos de la toma y de las asambleas reclamando mejores condiciones de trabajo y cursada y un nuevo edificio para todos. Los docentes de la Agrupación Naranja participamos activamente de las jornadas al punto que fuimos atacados por comunicados de la gestión.

Las condiciones discutidas democráticamente con las que debía contar el nuevo edificio quedaron claras desde un principio: integración al edificio actual, mayoría de aulas de grado, ningún espacio para usos rentados, comedor universitario y guardería, entre las más importantes. No obstante la claridad de estos reclamos, la gestión puso innumerables trabas en la comisión que se formó luego de la toma para discutir las características del nuevo edificio: esto se debía a que ya contaba con un anteproyecto, para el cual había destinado alrededor de 300.000 pesos obtenidos del BID y su intención era que cualquier reforma propuesta no se saliera de los estándares del mismo. A lo largo de todo este año la comisión discutió básicamente en torno a este punto. La voluntad de la gestión fue reencauzar el debate al interior de la comisión de trabajo de los arquitectos con el deseo de justificar técnicamente el proyecto original; el debate, sin embargo, puso en evidencia la inconsistencia técnica del proyecto diseñado por el arquitecto Giberti (que realizó el proyecto para la gestión) y la importancia de los aportes realizados por la arquitecta Sofía Grau, representante técnica de la comisión estudiantil.

Como producto de dichas discusiones lo primero que hay que señalar es que el proyecto de reforma del actual edificio y la construcción de su ampliación en el terreno de la calle Bonifacio finalmente se hará sobre la base del planteo original diseñado por los arquitectos contratados por la gestión. Ese proyecto es el mismo que fue rechazado el año pasado por estar escindido del actual edificio y por haber sido diseñado, exclusivamente, en función de las necesidades de los institutos de investigación y posgrado. Se discutió en varias oportunidades sobre la posibilidad de realizar un pedido de excepción al municipio con la intención de construir la mayor cantidad de metros cuadrados posibles. Sin embargo este reclamo no prosperó. Al renunciarse al pedido de “excepción”, el nuevo edificio será deficiente en algunos aspectos. Por ejemplo, cada piso, de los nueve que se construirán, tendrá sólo 2,6 metros de altura (el mínimo establecido), es decir un diseño que descarta la posibilidad de construir aulas tipo auditorios, aptas para el dictado de los teóricos o para actividades especiales.

Gracias a los reclamos de estudiantes y docentes, de todas formas, en la última reunión de la Comisión se arribó a un acuerdo sobre los usos y la refuncionalización de los espacios actuales y futuros. El nuevo proyecto contemplará, siempre según lo acordado, la conexión entre ambos edificios, además de la construcción de aulas para grado, guardería y comedor.

Llegados a este punto exigimos conocer cuáles son los fondos dispuestos para la construcción del edificio y su procedencia. El tiempo perdido pudo haberse evitado con una consulta previa de la gestión sobre las necesidades reales de los docentes, no docentes y estudiantes, en lugar de privilegiar un proyecto para espacios privatizados y de espalda a la comunidad. Desde la Agrupación Naranja pensamos que los puntos alcanzados en el acuerdo son producto de la lucha y la tenacidad de los docentes y estudiantes que queremos el mejor edificio para Filosofía y Letras. Ahora vamos por la construcción inmediata de un edificio nuevo, integrado al actual, con todos los espacios y requerimientos discutidos y acordados durante estos años.

Los anuncios realizados por el ahora vicepresidente Boudou y el intocable ministro de planificación Julio De Vido inmediatamente después de la reelección presidencial dejan en claro que la política del gobierno, recorte de subsidios y tarifazos mediante, busca descargar en los trabajadores y estudiantes el impacto de la crisis mundial. En sus planes no está el edificio para Filosofía y Letras, ni el salario para sus ad honorem ni la triplicación del presupuesto universitario. Solo obtendremos estas justas demandas con una política independiente del gobierno y la gestión, de lucha y de unidad con el movimiento estudiantil.

Sobre la cuestión de la “seguridad”

Desde la Agrupación Naranja siempre nos hemos manifestado en contra de la presencia de “patovicas” en nuestra facultad. Estos “profesionales formados en derechos humanos”, según palabras del mismo Trinchero, no solo no han contribuido a la seguridad del edificio sino que han cumplido un rol totalmente ajeno a los intereses de la comunidad universitaria de Filosofía y Letras.

Hechos como exigirle la libreta a un estudiante para ingresar al edificio, echar a estudiantes y docentes del patio o custodiar al decano ante cada protesta docente estudiantil en el Consejo Directivo, dejan en claro que la función de estos “profesionales” nunca fue la de velar por la seguridad de todos, sino “cuidar” solo a uno.

Desde la Agrupación Naranja creemos que las tareas de control de los pisos, evitando hechos de inseguridad reales, deben ser responsabilidad de trabajadores de planta, contratados, de ambos sexos y que cuenten con formación real y los elementos necesarios para tal función (Por ejemplo contar con handy para comunicarse con otros compañeros en caso de algún imprevisto). Debe ser un trabajador de la Facultad, conocido por los miembros de la comunidad, que responda a los intereses de la mayoría y que cumpla con tareas determinadas que de ningún modo incluyen la intervención o la represión frente a protestas, reuniones u otras actividades políticas o de dispersión.

Consideramos que para poder discutir seriamente el problema de la seguridad en Filosofía y Letras debemos primero rechazar cualquier fuerza represiva exógena que no responde a nadie más que al decano. El ingreso de estas personas no fue discutida con el conjunto de la comunidad universitaria, ni se ha informado de sus funciones. Creemos que es necesario dar este debate de conjunto como una tarea seria a tomar durante el próximo año y lograr así un mejor ámbito de trabajo.

La campaña por la “regularización salarial”

Desde la Agrupación Naranja intervinimos activamente en la campaña desarrollada en el primer cuatrimestre de 2011 por la “regularización” salarial. La asamblea realizada en el primer cuatrimestre hizo propia nuestra propuesta de exigir encarar la campaña bajo el lema “Ningún docente sin el salario que le corresponde”, englobando así los reclamos de ad honorem, inadecuados, precarios y también de aumento salarial. También propusimos que en el proyecto llevado al Consejo Directivo se incluyera específicamente una resolución que exija al consejo directivo que presente informes bimestrales sobre las medidas tomadas en función de la asignación de salarios para todos y todas.

La gestión no solo no solucionó la demanda salarial de los docentes de Filosofía y Letras, sino que en más de seis meses ni siquiera presentó informe alguno. El plan de la gestión es ir liberando rentas a partir de la sustanciación de concursos y con las jubilaciones, yendo por el camino más lento e “institucional” para rentar a algunos de los docentes. La forma tibia de encarar el problema por parte de la actual mayoría de la comisión directiva de AGD Filo (la Lista Violeta) deja en claro que no se puede actuar como escribanos que confían en la gestión de Trinchero, sino que debemos aprovechar los espacios gremiales para organizarnos y tomar medidas efectivas. Creemos que el nuevo año es decisivo para relanzar esta campaña. La gestión de Trinchero no ha hecho nada durante 2011 para dar solución a esta demanda, lo que deja bien en claro cuál es su posición a la hora de elegir entre enfrentar al gobierno o defender a los docentes.

Es así que reforzamos nuestra confianza en el debate, la organización y la participación de todos los docentes para dar solución a nuestras demandas salariales y en cuanto a medio ambiente de trabajo.